No todo el mundo tiene la oportunidad de ver una mariposa morpho. Aquí en Panamá tenemos la suerte de tenerlas. Cuando me puse a pensar en el nombre para este jugo azul tan llamativo, realmente me di cuenta que era perfecto no solo por el color, sino por lo que quisiera que este jugo haga por ustedes.

El nombre morpho significa cambio. Osho dice: “La miseria surge porque no permitimos que suceda el cambio. Nos aferramos, queremos que las cosas sean estáticas.”

A veces en la vida queremos congelar las cosas, los momentos. Esperamos que todo sea igual… Deseamos que los momentos de alegría fueran permanentes. A veces, quisiéramos quedarnos en la niñez, en los tiempos de College, en las vacaciones.... Quisieramos a veces simplemente ser lo que somos sin tener que lidiar con lo que queremos ser. 

Tenemos miedo a enfrentar los miedos. Y pasamos la vida sin entender que la vida es cambio. Y que lo único permanente, es el cambio.

Las mariposas nos enseñan que el cambio es positivo cuando lo aceptamos.

 

Ellas comienzan siendo huevos, luego pasan a ser una oruga, después se cuelgan en forma de crisálida y por último se convierten en preciosas mariposas. Y así mismo cambia su dieta cuando es una oruga, se alimenta de las hojas. Cuando la oruga se convierte en una mariposa, su dieta cambia drásticamente, ya no puede masticar y en su lugar tiene que beber todas sus comidas. Se alimentan de néctar de flores, o jugos de frutas podridas... Su meta es sencilla: sobrevivir. En todas las etapas de la vida se encuentran en peligro de ser atacadas por algún otro animal o incluso por el clima. Pero cuando sobreviven, se transforman en una mariposa que nos impacta!

Que fácil sería dejar que la vida fluya sin tomar riendas y sin hacer lo que realmente queremos. Que cómodo sería vivir enganchados en momentos pasados sin enfrentar los miedos… Que rico sería tener la misma dieta por siempre y que funcione. Pero estaríamos perdiendo la oportunidad de descubrir quienes somos!

Las morpho viven solo un mes en forma de mariposa. Esto me llamó mucho la atención. Al principio pensé que era una lastima… Todo esos cambios para vivir solo un mes en esa etapa tan bonita? Y luego, pensándolo bien, me di cuenta que todas las etapas cuentan. Que jamás llegaría a ser una preciosa mariposa sin haber pasado por las otras etapas. El cambio nos da la oportunidad de crecer y mejorar. Nos da vitalidad, nos da energía. Nos permite florecer y mejorar para terminar nuestros días dejando a los demás un legado… un impacto. 

Las morpho vuelan para encontrarse con nuevas experiencias sin importar el peligro. No se aferran a el pasado- ellas continúan volando hacia el futuro…

Cuando tomes Morpho, ponte alas. No las que te da redbull… sino esas que te permitirán enfrentar lo que viene sin miedo a los miedos. Esas que te ayudarán a crecer para ser una mejor persona. Alas llenas de azul….

El mastranto o apple mint, es una hierba olorosa y fresca, familia de la menta. Sus hojas son peluditas y tienen un aroma delicioso entre spearmint y manzana.

En los tiempos de antes, era una hierba básica que encontrabas en cualquier hogar gracias a sus propiedades. La escondían en los cajones o esquinas de las casas y así era utilizada como anti-plagas ya que el olor repelía a los insectos y roedores, y además, mantenía la casa con un olor muy rico y lleno de frescura. En los early times, los Griegos utilizaban el mastranto en baños para rejuvenecer el cuerpo.

Las hojas de mastranto contienen nutrientes como hierro, potasio, calcio, vitamina B, A y C.

Se puede usar para cocinar, le dan mucho uso en mermeladas, por su sabor fresco y frutal. Y también se usa el aceite esencial para el estrés, asma, cólicos, fiebres y más.

I made it sweet and simple. Los tallitos, hojas y flores de mastranto en una taza grande de agua hervida. Lo tape por 10 minutos y listo.

El té de mastranto es excelente para:

- Eliminar dolores de cabeza

- Ayuda con el discomfort estomacal y promueve la digestión.

- Acelera el metabolismo

- Refresca la mente

- Relajante

NOTA: Las embarazadas no deben tomar mastranto!

PS: Conseguí el mastranto en el Riba Smith de Bella Vista.

La verdad es que no planeé este post. Hace rato que no escribo, yo se.. Las piñas doradas eran parte de la decoración del shower de Orly. Y para no botarlas, a Lilly se le ocurrió que me servirían para un photoshoot de Happy Verde. Después de posarlas, tocarlas y moverlas de aquí para allá, me puse a pensar en piñas…. Así que gracias Lilly, por las piñas…

Para los nativos precolombinos, esta fruta era parte del día a día, la cultivaban cuidadosamente en sus jardines por su sabor y sus propiedades medicinales. Cuentan que uno de los piratas que acompañaban a Sir Francis Drake vio que los indígenas comían piña con sal para aliviar los dolores de estómago. Y en Perú tomaban el jugo de la piña verde para el ardor de orina. En Brasil, la usaban para curar catarros respiratorios e intestinales.

Cuando llegó Colón al Nuevo Mundo, los nativos se la ofrecieron como regalo de bienvenida y hospitalidad; a los españoles se les pareció a la bellota del pino europeo,
(esa que pincha y hay en El Valle y comen las ardillas) y la llamaron piña de Indes (o piña de los indios)… En realidad su verdadero nombre es ananás, que en lenguaje guaraní, idioma de su nativo Paraguay, significa “fruta exquisita”.

Los tesoros que se llevaron al descubrir América no fueron únicamente de oro… pero casi. También fueron sus plantas y animales. La piña llegó a España, y siendo tan deliciosa y fácil de cultivar se propagó a Africa, Madagascar, China, India y Filipinas.

En Inglaterra la piña fue símbolo entre la aristocracia y la realeza ya que para cultivarla tenían que construir unos invernaderos especiales con carbón para mantener un clima “tropical”. Habían especialistas en cultivo de piña. Y era un lujo comerlas y tenerlas. Se dice que incluso las alquilaban para eventos o cenas simplemente para decorar. La piña llegó a Francia en 1733, a Versalles para el Rey Louis XV. Así, la piña se volvió la reina de las frutas, y con su corona, nadie puede negar que todavía lo es.

Hoy se sabe que la piña pertenece a la familia de bromeliáceas. Cuando comes una piña estás comiendo cientos de frutas atrapadas en una misma cáscara. Cada “ojo” de la piña es una flor individual. Es por esto que la piña nunca madura uniformemente. A veces está un poco más dulce de un lado que de el otro.. o de dos colores!

Aparte de ser deliciosa, la piña contiene vitaminas A, B y C, minerales y enzimas. Incluso es el único source de bromaleina, una enzima que ayuda a la digestión.

Comer o tomar jugo de piña diariamente en ayunas cura la bronquitis y desinflama las mucosas respiratorias o intestinales; cura la acidez y el estreñimiento. Aumenta el metabolismo, es antioxidante, limpia el páncreas y hígado, ayuda a adelgazar, recuperar energías… y más-

Y viendo la piña en este photoshoot me doy cuenta que sí,muchos somos piñas… Tenemos ésta cáscara, que es dura, que pincha… una barrera protectora.. y así nos presentamos a el mundo.. personas fuertes, “tough”… tratando de proteger nuestro interior de golpes.. de dolor. Solo aquellos que traspasan esa barrera.. esa cáscara.. logran conocer ese interior tan delicioso, suave, oloroso, jugoso y refrescante. Lleno de vitaminas y de nutrientes… de vida. 

Y muchas veces, es la generosidad que nos quita la cáscara. Como cuando andas en el tráfico de PTY, tratando de pasar, amargado, pitando, gente colándose y de pronto una persona te da paso!!! WOW. se te va todo ese cascarón y dan ganas de abrazarlo y besarlo! Así... te vuelves dulce como la piña...  

La popularidad de la piña nace de un acto de generosidad y de algun modo siento que tal vez por esto es tan deliciosa.  

Cositas….

Si le hechas jugo de piña a la carne antes de cocinarla la ablanda.

Si quieres una piña super dulce, la noche antes de cortarla, déjala reposar boca abajo. Todo el dulce que se acumula en la parte de abajo se distribuye por toda la piña.

La cáscara de piña es excelente para eliminar la retención de líquidos y ayudar a quemar grasa. Puedes probar nuestro Sácalo todo que es una poción magica con cascara de piña.

Si dejas el jugo con la cáscara unos días reposar en un frasco, se fermenta y es delicioso y está lleno de probióticos! Solo no tomes mucho porque emborracha.

Me topé con un artículo del Huffington Post llamado “How to talk to your daughter about her body” de Sarah Koppelkam. Y me llamo mucha la atención. Porque justo hace unos días escuché un comentario de una madre a su hija que me dejó sin palabras- y pasa constantemente. Son sorprendentes los comentarios de madres (e incluso abuelas) hacia sus hijas sobre su imagen, su “gordura” y qué comer.

Niñas de 12 años están contando calorías. Niñas de 9 años están a “dieta”- la excusa de las madres es enseñarles disciplina. Pero ¿lo es?

O es la frustración de las propias madres en querer hijas “perfectas”, con cuerpos “perfectos”-  pero ¿es esto perfección? 

Abre los ojos, mami. El comer no debe ser una disciplina de restricciones y control. Comer es una experiencia de placer. Y si lo hacemos bien, el cuerpo responde y funciona correctamente. Casi como un instinto. Le están enseñando a sus hijas a tener una relación horrible con la comida. La comida es la fuente de vida! La comida no es el enemigo. Solamente estar todo el día pensando en qué comer o qué no comer causa estrés, que es una de las principales causas de ganar peso y no poder bajarlo. El estrés actúa sobre nuestro metabolismo y lo vuelve menos eficiente. Nos daña la regulación de insulina, y causa un desbalance en hormonas importantísimas para la regulación del peso. Incluso excretamos nutrientes al estar bajo estrés.

La cultura y el "media" nos bombardea con imágenes y mensajes que nos dicen cómo ser o cómo vernos. Imágenes que muchas veces no son ni siquiera reales. Y para una niña, es fácil dejarse llevar por esto ya que están en formación y buscan aprobación de sus padres y todos los demás. Pero principalmente, de los padres. Lo que TÚ le dices a tu hija, es lo más importante para ella. Y es por eso que debes comunicarle a tu hija que apruebas de quién es, que estás feliz con ella por dentro y por fuera. Si tu hija siente que no es suficiente para tí, que algo le falta para que estes feliz con ella, entonces menos va a querer comer saludable, ni cuidar su cuerpo. Porque si ella no es suficiente para su propia madre ¿Como lo va a ser para ella misma? Debes recordarle todos los días que la amas. Y acuérdale que es bella, tal y como es. Coméntale sobre su belleza: sobre sus ojos, sus deditos, cómo brilla su pelo con el sol, sus movimientos. Exponle cositas insignificantes. Encuentra la belleza también en sus detalles. 

No le digas nunca a tu hija que está gorda. Enséñale a comer saludable. Eres el ejemplo. Ella aprende de ti. Repítele una y otra vez que comer saludable es sinónimo de belleza, porque lo es. Repítele que la comida de calidad es la que la va a dar energía para hacer las cosas que le gustan. Sí, es verdad, la mayoría del tiempo va a preferir las pastillas que la fruta, pero si le repites de una manera sutil y gentil, y le das el ejemplo, ella eventualmente te va a escuchar.

No le hables mal de tu cuerpo a tu hija. Ni del cuerpo de nadie más. Al contrario. Párate en un espejo y muéstrale a tu hija cosas de ti que te gustan. Enséñale a quererse a sí misma. A encontrar su propia definición de lo que es belleza. Recuérdale que las opiniones de los demás no importan. La gente más feliz en este mundo es inmune a la opinión de los demás. 

Todas somos diferentes. No todas nacimos para ser talla 0. Para una persona puede ser súper saludable y para otra no. Déjala ser. Y pon las prioridades en orden. Como dice el artículo “Remind your daughter that the best thing she can do with her body is to use it to mobilize her beautiful soul”. Dale las herramientas para que tenga un alma hermosa. Para que sea una buena persona. Y para que cuando ella tenga una hija, la críe para que sea feliz consigo, no importa qué.

Niñas que se sienten feas, niñas que están a dieta, niñas contando calorías… Esto no es una definición de una niña saludable. Es obvio que vivimos en un mundo que necesita ayuda en cómo criar niñas con una relación saludable hacia el cuerpo y la salud. Pero es más obvio todavía que el problema no son las niñas, sino las madres. Ten el coraje de curar tu propia relación con la comida y tu imagen a través de tu hija. Hazlo con amor. Y con palabras de cariño, apoyo y de respeto. Tal vez, esas palabras que hubieses querido que te dijeran a ti.